martes, 8 de noviembre de 2011

LA HACIENDA SANTA ANA, HOY CASA CONSISTORIAL


No podemos entender a Tomares moderno sin conocer sus haciendas. Las Haciendas, edificio típico del ámbito rural andaluz, constituyen las construcciones de mayor interés arquitectónico del Bajo Guadalquivir. Se trata de edificaciones amplias y aisladas que estaban situadas en el borde de los caminos o junto a las casas de los pueblos. Destinadas al cultivo y explotación del olivar alcanzaron su mayor hegemonía a finales de la edad moderna, aunque sus precedentes son anteriores a la propia reconquista como sucesoras de las alquerías musulmanas y de las villae romanas.
No se sabe con exactitud la fecha de construcción de la Hacienda Santa Ana, pero probablemente podríamos hablar de mediados del siglo XVII. Sí sabemos por el mapa que encargó el Conde Duque de Olivares del territorio de Tomares que en 1628 aparecen hasta 14 de estas edificaciones de las que sólo cuatro se conservan en la actualidad. Se trata de las haciendas de Montefuerte, Zaudín, El Carmen y Santa Eufemia. La construcción de la Hacienda Santa Ana por tanto debió ser posterior a esta fecha, posiblemente por encargo del propio Conde Duque que la utilizaría como residencia veraniega en las afueras de Sevilla.
En general, las haciendas y en particular la de Santa Ana consisten en grandes construcciones horizontales, cerradas al exterior, organizadas en torno a uno o varios patios y en las que  hay que distinguir dos zonas principales bien diferenciadas: la casa de labor y el señorío acompañado normalmente por un jardín.
El patio de labor agrupa a su alrededor al conjunto de las dependencias agrícolas de la hacienda. En el patio del señorío se localiza la vivienda del propietario, con capilla y la vivienda del casero junto al molino y los almacenes.
Nuestra Hacienda situada en la calle de la Fuente es hoy sede de la Casa Consistorial. Rehabilitada recientemente bajo la dirección del arquitecto sevillano Vázquez Consuegra ha logrado integrar la nueva arquitectura con el viejo edificio en un ejercicio de conservación y renovación.  En resumen podemos señalar los siguientes elementos:
  • El jardín de la hacienda fue transformado en parque. Situado al noroeste de la edificación, hoy tiene la denominación de Jardines del Conde, siendo lugar de múltiples celebraciones y espectáculos al aire libre. 
  • De las antiguas edificaciones se han conservado los entramados de madera y las cubiertas inclinadas de teja árabe. 
  • El área del señorío mantiene la fachada barroca con arco rebajado enmarcado por pilastras con balcón cubierto con tejas y arco de medio punto. Constituye el actual acceso principal que da a la calle La Fuente.
  • En su interior nos aparecen dos patios, el primero presidido por un gran ficus que actúa como vestíbulo. El segundo, al que se llega desde el primero atravesando la base de la torre, es el patio del señorío propiamente dicho. 
  • La Torre-Mirador tiene pilastras con arcos dobles sobre columnas en los lados mayores y arco de medio punto sobre pilastras en los menores. Su cubierta es de teja a cuatro aguas y está rematada con una veleta.
  • La planta alta contigua es la que fuera casa del guarda.
Se trata pues de un valioso testigo del patrimonio agrario andaluz que hoy disfrutamos los tomareños como sede de la vida social y cultural del municipio. 

  
Ha colaborado en el trabajo el alumno Tomás Ferrández de 4º D
 

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